Cuáles son los delitos contra el orden público

En el ámbito del Derecho Penal, los delitos contra el orden público desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la armonía social y en la protección del bienestar de las comunidades. Como profesionales legales especializados en la defensa penal, es esencial comprender los diversos delitos incluidos en esta categoría, sus implicaciones y las consecuencias legales que conllevan.

TIPOS DE DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO RECOGIDOS EN EL CÓDIGO PENAL ESPAÑOL

Sedición (Artículo 544 del Código Penal)

Se refiere a la conducta de aquellas personas que, de forma tumultuaria y pública, se alzan y se oponen de manera violenta al cumplimiento de las leyes o a la autoridad legítima, con el objetivo de derrocar o cambiar el orden constitucional establecido.

Los elementos clave del delito de sedición son:

  • Conducta tumultuaria y pública: La sedición implica actos de alzamiento y oposición violenta que se llevan a cabo de manera colectiva, tumultuaria y en lugares públicos. Estos actos pueden incluir manifestaciones, disturbios, enfrentamientos con las fuerzas de seguridad u otras acciones violentas.
  • Oposición al cumplimiento de las leyes o autoridad legítima: La conducta sediciosa tiene como objetivo obstaculizar el cumplimiento de las leyes o el ejercicio legítimo de la autoridad por parte de las instituciones gubernamentales. Esto puede implicar la resistencia activa, la obstrucción o el boicot a las acciones legales o a las órdenes de autoridades competentes.
  • Intención de derrocar o cambiar el orden constitucional: La sedición tiene como finalidad principal subvertir el orden establecido, ya sea con el objetivo de derrocar al gobierno vigente o de alterar sustancialmente el orden constitucional.

Las consecuencias legales para el delito de sedición son significativas y pueden variar dependiendo de la gravedad de los actos cometidos, así como de las circunstancias específicas del caso. En general, las penas por sedición pueden incluir largas penas de prisión, multas económicas considerables y la inhabilitación para el ejercicio de ciertos derechos o cargos públicos.

Ejemplo de delito de sedición:

Un ejemplo notorio de delito de sedición en España es el caso conocido como el "procés" catalán, que tuvo lugar en los años 2017 y 2019. Durante ese período, se llevaron a cabo una serie de acciones y eventos en la Comunidad Autónoma de Cataluña que fueron considerados por las autoridades como un acto de sedición contra el orden constitucional.

En este caso, se realizaron diversas manifestaciones masivas, protestas y ocupaciones de edificios públicos, con el objetivo de llevar a cabo un referéndum de autodeterminación y proclamar la independencia de Cataluña, desafiando así el marco legal y constitucional español. Estas acciones fueron llevadas a cabo de manera tumultuaria y pública, y se enfrentaron con la oposición de las fuerzas de seguridad y el Gobierno central.

Atentado contra la autoridad y sus agentes (Artículo 550 del Código Penal):

El Código Penal español establece que el atentado contra la autoridad y sus agentes constituye un delito contra el orden público. Este delito se produce cuando una persona emplea violencia o intimidación grave contra un funcionario público en el ejercicio de sus funciones, o bien se niega a cumplir sus órdenes legítimas. Las consecuencias legales pueden incluir penas de prisión y multas significativas, dependiendo de la gravedad del acto y el daño causado.

El artículo 550 establece lo siguiente:

Serán castigados con la pena de prisión de uno a cuatro años y multa de tres a seis meses los que, sin estar comprendidos en el artículo 550 bis, resistieren o desobedecieren gravemente a la autoridad, sus agentes o funcionarios públicos, en el ejercicio de sus funciones, siempre que la resistencia o desobediencia se produzca con violencia o intimidación.

Ejemplo de atentado contra la autoridad y sus agentes:

Agredir físicamente a un policía durante el desempeño de sus funciones, causándole lesiones graves, sería un claro caso de atentado contra la autoridad.

Desórdenes públicos (Artículo 557 del Código Penal):

El delito de desórdenes públicos implica la alteración del orden en la vía pública, con acciones como manifestaciones violentas, disturbios, algaradas o cualquier acto que perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana. Los autores de estos actos pueden enfrentar penas de prisión y multas, y en algunos casos, se pueden imponer medidas adicionales, como la prohibición de participar en manifestaciones durante un determinado período de tiempo.

El artículo 557 del Código Penal Español establece lo siguiente:

Los que perturben gravemente la paz pública con actos de violencia, tumultos o alborotos, sin estar comprendidos en el delito de atentado, serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a dieciocho meses, salvo que los hechos sean constitutivos de delito más grave, en cuyo caso se aplicarán las penas correspondientes.

Ejemplo de delito de desórdenes públicos:

Organizar una manifestación que se convierta en violenta, con actos de vandalismo y daños a la propiedad, sería considerado un delito de desórdenes públicos.

Resistencia o desobediencia a la autoridad (Artículo 556 del Código Penal):

En términos generales, este delito ocurre cuando una persona se resiste activamente o desobedece a un agente de la autoridad, como un policía o un funcionario público, mientras este último está llevando a cabo sus funciones legítimas. La resistencia o desobediencia puede implicar acciones físicas, verbales o ambas, y puede incluir el uso de violencia o intimidación.

Este delito puede conllevar penas de prisión o multas, especialmente si se acompaña de violencia o intimidación.

Ejemplo de delito de resistencia o desobediencia a la autoridad:

Negarse a obedecer las órdenes de un agente de policía durante una detención legal, resistiéndose activamente y causando disturbios en el proceso, sería un caso de resistencia o desobediencia a la autoridad.

Incitación al odio, discriminación o violencia (Artículo 510 del Código Penal):

Esto ocurre cuando una persona promueve o difunde mensajes, discursos o acciones que incitan al odio, la discriminación o la violencia hacia un grupo de personas debido a su origen étnico, religión, género u otras características protegidas por la ley. Las consecuencias legales pueden variar desde multas hasta penas de prisión, dependiendo de la gravedad del delito y su impacto en la sociedad.

El artículo 510 del Código Penal establece lo siguiente:

Serán castigados con la pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses los que provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad.

Ejemplo de delito de incitación al odio, discriminación o violencia:

Supongamos que una persona utiliza las Redes Sociales para publicar mensajes que incitan al odio y la violencia contra un grupo étnico en particular. En sus publicaciones, difunde ideas racistas y anima a sus seguidores a tomar acciones violentas contra los miembros de ese grupo. Sus mensajes contienen lenguaje ofensivo y deshumanizante, así como llamados directos a realizar actos violentos.

En este caso, si se demuestra la responsabilidad de la persona en la incitación al odio, discriminación o violencia contra el grupo étnico en cuestión, podría enfrentar consecuencias legales de acuerdo con el artículo 510 del Código Penal Español.

Tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos (Artículos 563 a 568 del Código Penal):

Este delito se produce cuando una persona tiene en su posesión armas de fuego sin contar con la licencia o autorización requerida por la ley. Incluye la tenencia de armas de fuego prohibidas, como armas automáticas o armas de guerra, así como también armas de fuego legalmente restringidas sin la licencia adecuada.

Asimismo, se considera delito el acto de vender, distribuir o transferir armas de fuego, municiones o explosivos sin la autorización correspondiente. Esto implica la participación activa en el mercado ilegal de armas, ya sea mediante la venta a terceros o la transferencia de armas a sabiendas de su uso ilícito.

También será delito la posesión de estos elementos en un lugar no autorizado o sin las medidas de seguridad adecuadas, lo que representa un riesgo para la seguridad pública.

Las consecuencias legales para los delitos de tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos varían según la gravedad del delito, las circunstancias específicas y la cantidad de armas o explosivos involucrados. Estas pueden incluir penas de prisión, multas económicas considerables e incluso la retirada de licencias o permisos relacionados con armas de fuego. Estos delitos son considerados de alto riesgo para la seguridad pública y su persecución es prioritaria por parte de las autoridades.

El artículo 568 del Código Penal establece lo siguiente:

1. Serán castigados con las penas de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses:

  1. Los que tengan en su poder, sin la debida autorización, armas de guerra, explosivos, cartuchería, armas prohibidas y los instrumentos, productos o útiles específicamente destinados a la fabricación de armas o explosivos.
  2. Los que fabriquen, reparen, transformen, importen, exporten, suministren o trafiquen con armas de guerra, municiones o explosivos, sin la debida autorización.

Las penas se impondrán en su mitad superior cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:

  1. Que los instrumentos, productos o útiles mencionados en el apartado a) del apartado 1. se encuentren especialmente destinados a la fabricación de armas de guerra o explosivos.
  2. Que se trate de armas de guerra o explosivos en cantidad de notoria importancia.

Ejemplo de delito de tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos:

Imaginemos a una persona que, sin contar con las autorizaciones correspondientes, tiene en su posesión un arsenal de armas de guerra, incluyendo fusiles automáticos y explosivos de alto poder destructivo. Además, esta persona está involucrada en el tráfico ilegal de estas armas, vendiéndolas a terceros sin autorización.

En este caso, si se demuestra la responsabilidad de la persona en la tenencia y tráfico de armas de guerra y explosivos, estaría cometiendo el delito previsto en el artículo 568 del Código Penal Español. Las penas aplicables podrían ser de uno a tres años de prisión, junto con una multa de doce a veinticuatro meses. Sin embargo, si se acreditan las circunstancias agravantes, como la notoria importancia de las armas o la destinación específica para la fabricación de armas de guerra o explosivos, las penas podrían aumentar hasta la mitad superior del rango establecido.

Otros delitos contra el orden público

  • Provocación a la violencia en espectáculos deportivos (Artículo 544 bis del Código Penal).
  • Incendios forestales intencionados (Artículo 352 del Código Penal).
  • Sabotaje y daños en servicios básicos (Artículos 561 a 563 bis del Código Penal).
  • Desobediencia y resistencia a la autoridad en los centros de detención (Artículo 466 del Código Penal).
  • Intervención en ruidos o vibraciones excesivas (Artículo 557 bis del Código Penal).
  • Coacciones y amenazas graves en el ámbito familiar (Artículo 172 ter del Código Penal).
  • Alteración del orden en espectáculos públicos (Artículo 557 ter del Código Penal).
  • Promoción o dirección de grupos violentos (Artículo 515 del Código Penal).
  • Participación en manifestaciones ilegales (Artículo 557 del Código Penal).
  • Desórdenes en establecimientos penitenciarios (Artículo 468 del Código Penal).

En conclusión, los delitos contra el orden público son fundamentales en el marco legal español para garantizar la convivencia pacífica y proteger los derechos y la seguridad de los ciudadanos. Los ejemplos mencionados anteriormente son sólo una muestra de los delitos que se engloban en esta categoría. Es importante que los abogados penalistas estén familiarizados con estos delitos, sus elementos constitutivos y las consecuencias legales asociadas, para poder brindar una defensa efectiva a sus clientes en casos relacionados con el orden público.

En Presunto Inocente somos abogados expertos en Derecho Penal y en la defensa del derecho a la presunción de inocencia. Si has sido víctima o se te acusa injustamente de un delito contra el orden público y necesitas un abogado penalista que te defienda, escríbenos o llámanos y trataremos de ayudarte. Y recuerda, trabajamos a éxito, lo que quiere decir que sólo cobramos si tú ganas.

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